domingo, 25 de noviembre de 2012

El Imperialismo adentro - 1

 LA INTERVENCION EN VENEZUELA

Domingo Sánchez P

            El título de este trabajo, pareciera una novedad, aún cuando no lo es.  Y lo decimos porque ya desde mediados  del Siglo XIX  habíamos topado con el naciente Imperio, no solamente en la época desde nuestra Guerra de Independencia sino después, cuando existían las nuevas repúblicas, liberadas por Simón Bolívar acompañado de los pueblos.  En efecto, a finales de dicho Siglo, comenzaron las intervenciones a través de las, para esa época, medianas empresas estadounidenses.

            Este tema, de larga trayectoria en Venezuela, como en otros países de América Latina y especialmente en el Caribe, tuvo su más reciente participación, nada más y nada menos que en el reciente proceso electoral del 7 de octubre pasado. Cuando el pueblo reelegía al Presidente Hugo Chávez, quien  tenía como contendor, a un abogado de triste presencia, quien  en nombre del Imperio y de la extrema derecha de Venezuela (y del mundo) lo enfrentaba. 

            Estas elecciones del 2012, tuvieron un enfoque radialmente diferente a las anteriores: se trataba de votar a favor de la creación de las bases del socialismo o la continuación del sistema signado por el capitalismo.  Como era de esperarse, se convocaron en ellas, dos versiones de país: la liberación o la sumisión. Los resultados fueron: Hugo Chávez  8. 062.068  equivalentes al  55.1   %.  Su oponente Miguel Capriles  6.468.450 correspondiente al  44.2 %. 

            Pues bien, el Imperio estadounidense gastó, oficialmente, 30 millones de dólares, los cuales fueron entregados  a sus secuaces venezolanos, que los hay como en otros países. Gente que “vende su alma al infierno”, como dirían los antiguos  españoles.  A ello se les unió financieramente por supuesto, la derecha vernácula, la de América Latina y también contamos con la “valiosa” ayuda de lo más rancio de la extrema derecha europea, campeando por supuesto la de España, a través de la organización del tristemente célebre pequeño caudillo José María Aznar y su combo, como decimos en Venezuela.

            Tanta cantidad de dólares norteamericanos, provenientes del Estado,  fluyó a través de los Partidos: Primero Justicia y Voluntad Popular y sus líderes,  Un Nuevo Tiempo, Acción Democrática,  Copei y otros pequeños partidos de toda laya, agrupados en un parapeto que crearon llamado pomposamente Mesa de la Unidad  o MUD.

            Pues bien, el Imperio aplicó toda una guerra psicológica, de las que sabe usar, la cual consistió, en su fase final para el 7 de octubre, día de las elecciones, aun conociendo que, a través del 90% de las Encuestas realizadas a lo largo de todo el proceso, se anunciaba con perfecta claridad el triunfo de Chávez,  en lo siguiente:
Ese día, 7 de octubre,  a eso de las 3 de la tarde, aún estando el proceso de las votaciones en plena faena, el Partido Primero Justicia, anunciaría que ya su candidato estaba ganado por varios cientos de miles de votos. Y ciertamente, a pesar de la prohibición expresa de la Ley Electoral vigente en  Venezuela que prohíbe adelantar resultados no oficiales, produjeron con la ayuda del  diario español  El País  tal noticia, la cual fue repetía inmediatamente por todos los medios telemáticos de la derecha del mundo. El plan continuaba así: A eso de las 6 pm la tal Mesa de la Unidad convocaría una rueda de prensa internacional, anunciando el triunfo adelantado de la derecha, pero además llamando a sus seguidores (ya preparados) a organizarse para “defender los resultados” siguiendo  el esquema yanqui  mencionado. O dicho en otras palabras, ganando el Presidente Chávez, como en efecto ellos lo sabían, era fácilmente comprensible que se produciría un enfrentamiento violento de los partidarios de la derecha y el resto del pueblo.  Eso es lo que explicaba para los venezolanos, el “interés” y la presencia de tantos medios norteamericanos y de  latino-américa, pero  sobre todo europeos (alrededor de 10.000 reporteros) para que registrasen el estallido de una probable guerra civil en Venezuela. 

            Afortunadamente, algunos derechistas venezolanos, no intoxicados  mentalmente por las campañas diseñadas y aplicadas del Imperio, lograron imponer su voluntad en la MUD y evitar una confrontación entre el pueblo venezolano, que quien sabe cuánta sangre y víctimas hubiera costado.

            De todo esto se desprende una enseñanza para todos los gobiernos progresistas de América Latina y el Caribe (no solamente el de Venezuela: La mano del Imperio estadounidense se hizo presente y,  lo continuará haciendo, hasta que los pueblos despierten (incluso el propio pueblo estadounidense) y actúen en su propia defensa, frente a este fenomenal monstruo.   

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