Dr. Luis García Velásquez 1
Universidad Nacional Experimental Politécnica
“Antonio José de Sucre”-Venezuela.
Resumen.- El propósito de este ensayo transita en indagar
y teorizar sobre la
universidad y su concepción, colocando en evidencia elementos técnicos
instrumentales que han configurado la cultura universitaria existente en
Venezuela. En el camino
metodológico recorrido en esta investigación se toma como referentes a
la Hermenéutica Gadameriana (1976) y la investigación Documental. En el
trabajo se coloca para el
debate aristas que dan cuenta de la
necesidad de transformación que requiere la universidad y su vinculación con el
contexto político, cultural, ideológico, socio productivo, educativo y
social contemporáneo. También se
reflexiona sobre la idea de crisis de la universidad, la educación
universitaria en Venezuela, la organización de saberes: área socio productiva y
formación humana, además de asumir la transformación para trascender hacia la
Universidad Productiva. Se concluye: a) El agotamiento del
paradigma que ha venido orientando y
configurando la universidad como escenario de reproducción del conocimiento, b)
La crisis del modelo instalado en las Universidades permite avanzar en el
análisis, la reflexión y discusión sobre la idea de la Universidad Necesaria,
c) En los IUT en proceso de transformación a UPT, predomina una lógica
racionalizadora y fragmentaria, d) Los espacios de transformación en la
universidad brindan múltiples
escenarios, que permiten contrastar y reflexionar ideas, planteamientos, visiones, miradas
sobre la universidad productiva. Este escrito permite colocar en la escena
académica la necesidad de trascender en la transformación de la universidad desde una nueva mira. Y por
ello dar prioridad a la unidad temática en torno a las Nuevas políticas Educativas en América Latina a desarrollarse
en La Universidad Bolivariana de
Venezuela, los 28, 29 y 30 de
noviembre de 2012 en la República Bolivariana de Venezuela.
Descriptores: Universidad, Formación,
transformación, socioproductivo.
INTRODUCCIÓN
La
presente temática brinda la posibilidad de revisar un panorama del complejo
mundo de la universidad, de modo que se
perciba que la institución
universitaria, donde se forman profesionales,
forma parte de una cultura moderna que se
mueve en función del mercado.
La universidad (moderna) ha
planteado estrategias puntuales para garantizar su desarrollo en las
épocas en las cuales han surgido. Se
ubican en funciones de poder, control,
hegemonía, predeterminación, influencia en la producción del conocimiento,
satisfacer apetencias personales, políticas, ideológicas, religiosas, entre
otras.
El momento, el ahora,
exige una revisión que permita
re-pensar estos presupuestos y así ir
en búsqueda de su reconstrucción en el
sentido de pensar el contexto
universitario desde otra perspectiva, donde la
formación, la integralidad, la pertinencia social, puedan ser otras
opciones a reflexionar.
En relación
con la universidad en América Latina,
se puede agregar que, con la
desaparición del orden colonial y la
instalación de las repúblicas
independientes, los vientos de cambios
no llegaron a las estructuras
universitarias. Los actores políticos fueron sustituidos por
terratenientes, por los criollos o la
incipiente burguesía comercial. Según Tünnerman (1999) citado por Moreno (2004), “los movimientos
principales de las ilustración, que sirvieron de apoyo ideológico al movimiento de la independencia, fueron prestamos
intelectuales que abrieron el camino
y otra forma de dependencia cultural”
(p.12).
El mismo autor
indica que,
Efectivamente, la concepción universitaria de Napoleón, según los
ideales educativos politécnicos que éste propició, ponía el énfasis en la
profesionalización y en la sustitución de la universidad por una
suma de escuelas profesionales, así
como el traspaso de la actividad de la investigación científica a otro
tipo de institución tales como
academias e institutos (p.12).
Desde siglos, la
capacitación predomina en la sociedad.
Los individuos han sido sometidos a programas de profesionalización cerrados,
fragmentarios en los espacios universitarios. Esta acción ha tenido una
intencionalidad que obedece a las
políticas capitalistas que
estratégicamente se ponen en juego por parte de los países desarrollados.
En Venezuela, desde mediado de los años
1990 se viene abordando el tema de la transformación universitaria, se inicia
un proceso de transformación en lo político, social, cultural, ideológico,
económico, educativo, entre otros escenarios donde se marca distancia con los
elementos que dan cuerpo al capitalismo como modelo ideológico, por considerar
que este modelo está agotado y no responde a nuestra realidad contemporánea.
Surge así la necesidad de ir en búsqueda de otras posibilidades teórico-
ideológicas que den paso a la refundación de las instituciones que la
constituyen (Universidades e Institutos Universitarios, Ministerios, entre
otros).
En los últimos años, en lo educativo, se
han generado alternativas que permean el pensamiento universitario, la
educación universitaria y, por ende, la estructura que la constituye. Se puede
decir que en los últimos años en la educación universitaria se ha incrementado
el ingreso de estudiantes, la garantía del derecho a la educación de los indígenas,
de las personas con discapacidad, de los privados de libertad, incremento de
becas, creación de nuevas universidades, entre otros proyectos, tales como: la
Misión Sucre y Misión Alma Mater.
Cabe interrogarse: ¿Cómo desprenderse del
equipaje teórico instalado por el pensamiento moderno y que hoy se encuentra
vigente en la universidad? ¿De qué forma organizar el saber teórico- científico
que no dogmatice a los y las estudiantes en su proceso de formación? ¿Cómo
contribuir a que el saber técnico- científico se coloque al servicio de las
necesidades formativas, productivas y sociales del país? ¿Innovar para qué? ¿De
qué forma crear alternativas, caminos, plataformas que den pistas para
contribuir al fortalecimiento del sector productivo? ¿Quién formará y cómo a
los actores universitarios para que puedan ser más sensibles y se vinculen con
la problemática social?
Metodologia
En
el camino metodológico recorrido en esta
investigación se toma como referentes a la Hermenéutica Gadameriana (1976) y la
investigación Documental. El desarrollo de esta investigación se fundamenta en
dos momentos: El primero implica
tomar como rumbo teórico- metodológico
la hermenéutica Gadameriana. Esta postura
va a ubicar el trabajo en una reflexión e
interpretación permanente desde la
búsqueda de referencias bibliográficas, documentales u otros escritos
referentes a elementos teóricos, epistemológicos, axiológicos, praxiológicas y
políticos y ll segundo recorrido metodológico se enmarca dentro la
investigación Documental,
La Universidad
y su Concepción
Universidad
y Pensamiento Moderno
En
el abordaje de esta investigación se hace necesario, en principio, revisar,
desde algunos autores destacados como, asumen el pensamiento “moderno”. Tenemos
que desligarlo del concepto de “modernización”.
La
modernización se entiende desde un punto de vista conceptual como la
consumación de la modernidad. Barcellona (1996) sostiene que “la modernización
disuelve la estructura contradictoria de lo moderno, su ambivalencia entre la
asunción fuerte del individuo libre y la racionalidad objetivada de la vida en
la forma del cálculo de la relación entre medios y fines.
Desde un punto de vista sociológico,
podemos considerar que la “modernización”
representa un proceso por medio del cual las sociedades (los grupos
humanos) adoptan patrones de organización (instituciones económicas, políticas
y culturales) fundamentadas en las innovaciones tecnológicas más actualizadas.
Según Lanz (1996), “sencillamente, la
modernización representa un progresivo distanciamiento de las sociedades
tradicionales donde reinaba la cultura popular por otra donde prevalece la teoría del progreso que
justifica que las desgracias de la sociedad se deben a su tradicionalismo”
(p.40). Se puede precisar que el fundamento de la “modernidad” es la idea
de la vanguardia. Igualmente se extrae que la Revolución Francesa
se tiene como el paradigma socio-político de la modernidad. La ubicación de
este fenómeno social tiene su génesis en el escenario socio-cultural del siglo
XVIII.
El
paradigma moderno surge con gran fuerza que rebaza a la cultura medieval El sistema escolar se
convierte para esta civilización (moderna) en el escenario ideal para la profundización
ideológica de sus integrantes. La universidad es la última escena donde actúan
los dispositivos que identifican al pensamiento moderno y se estima que culmina
su recorrido histórico. Es de señalar que hasta el siglo XVIII el progreso se presentaba como resultado del esfuerzo personal o
colectivo para lograr determinada meta.
Esto obedecía a los
resultados obtenidos por la ciencia, hecho
que despertará la confianza
del hombre en su capacidad de logro.
La universidad “moderna” se
bebe a estrategias puntuales para garantizar su desarrollo en la época, la
universidad generó una gran movilización
social. En principio surge según (Moreno,
2004, p.4-5) La
Universidad de París (1174), Universidad Estatal de Nápoles (1224), Universidad
de Oxford en (1167), Universidad de Cambridge (1209), Universidad de Bolonia
(1119), Universidad de Telosa (Francia) (1229), Universidad de Salamanca
(1243), Universidad de Ginebra
(1559), entre otras. Ofreciendo
facultades como arte, derecho, medicina y teología. Eran comunidades autónomas,
gozaban de privilegios y sus rectores eran elegidos por sus propios
profesores y estudiantes. Estas
características, entre otras, dan paso a decir que el desarrollo de la
universidad viene desde sus inicios marcado
por una carga ideológica,
política cultural del tiempo y el
espacio en que se mueve, donde la
presencia de dispositivos disciplinarios garantizan el control, la predeterminación y la
seguridad de mantener sometido al individuo a producir
conocimiento de acuerdo a lo requerido
por el mercado, sometiendo a
hombres y mujeres a situaciones deplorables que atentan contra su propios valores éticos, culturales e
ideológicos que violentan su condición de humanos, de vida.
La universidad pensada en el
proceso teórico- reflexivo planteado por Tünnermann (2002) cuando muestra los distintos momentos de
transformación que se han vivido en la universidad Alemana, Americana, Inglesa
y Francesa, donde en ningún momento en la esencia de lo que es la universidad y
para qué fines fue creada se desprende
del pensamiento moderno. Esta realidad marca las universidades pensadas
de la modernidad. Siempre tenderán a responder a las necesidades del mercado;
por lo tanto, es necesario repensar la universidad y sus postulados y así promover una universidad en sintonía con
las necesidades de la sociedad, del colectivo social.
En
referencia a los cambios que ha ido sufriendo constantemente la
Universidad, es de precisar los modelos
o paradigmas que sustentan la idea de universidad. En este sentido, Morales
(1999) señala lo siguiente: “una revisión
del proceso evolutivo de la universidad permite identificar cinco modelos de
universidad que hasta el presente han
existido expresados en: la docencia, la científica, la pragmática, productiva o
socialista y la crítica” (p.6).
El primer modelo, denominado la
Universidad Docente o clasista, El segundo modelo encuadra a la
Universidad Científica, El tercero de los modelos
presenta la Universidad Pragmática, El cuarto modelo, la Universidad Productiva o Socialista (representada
en la experiencia Cubana), El quinto
modelo, la Universidad Crítica (Latinoamérica, originada en el Movimiento
de Córdoba de 1918). Actualmente,
ningunos, de ellos, en la práctica, conserva su planteamiento originario. El
que se encuentra instalado entre nosotros sería el modelo de la Universidad
Pragmática o Norteamericana. En todo caso, contar con una panorámica de los
diferentes modelos de universidad que han surgido en su evolución histórica,
permite pensar la posibilidad de re-pensar, re-definir la idea de universidad
de acuerdo con las necesidades y condiciones de emergencia que se generan en el
contexto social, y así deliberar en su transformación.
Sobre
la Idea de Crisis en la Universidad
Consideremos las palabras de Foucault
quien plantea: ¿Quiénes somos en este momento preciso de la historia? ¿Contra
qué es preciso luchar para liberarnos de nosotros mismos? A partir de estas
interrogantes nos permitimos aproximarnos en la reflexión e interpelar la idea de la universidad en el entendido de
develar los elementos que configuran la idea de formación, organización,
estructuración y desarrollo histórico. La reflexión que se hace colocar para el
debate la idea de crisis, de manera de entender que la crisis actual es
cultural-civilizacional. Apoyado en Telléz (1995) se expresa:
Comparto la conceptualización de la crisis actual como proceso complejo
en y por cuyo despliegue irrumpen en todos los espacios de la vida social
tendencias desintegrativas que revelan incertidumbres, impredictivilidad,
desequilibrio, irracionalidad, allí donde sólo se percibían y aceptaban
certidumbres, control, predictividad, respuestas concluyentes y pura
racionalidad (p.112).
Podemos indicar que la crisis
arrastra la idea, principios y valores
que configuran o configuraron un paradigma (Moderno) donde se pone en duda las
nociones de progreso, historia, razón, racionalidad, ciencia... Se trata de
entender que estamos involucrados en una crisis cultural- civilizatoria donde
es indetenible el surgimiento de acontecimientos y eventos que den paso a la
construcción de nuevas aproximaciones teóricas
que profundizan el quiebre de ideas- fuerza planteadas desde inicios del
siglo XVIII.
El
reconocimiento de la certeza y convicciones instaladas desde la modernidad que
han dado como producto cultural una sociedad apuntalada en dispositivos tales
como: cientificidad, objetividad, disciplinariedad, racionalidad, la verdad
como lo único y determinismo determinaron
un modo de ver el mundo, de significarse a sí mismo y de significar y
relacionarse con los otros. Expresa Morín citado por Telléz (1995):
El lugar donde se pretendía integrar armónicamente, simbióticamente, las
nociones de crecimiento, expansión, felicidad, equilibrio, etc., se vuelve
problemático, y esas nociones entran en agotamiento; donde se afirmaba certeza, eso se vuelve incierto. Las nociones
de ciencia, técnica, racionalidad que parecían ser las nociones guías,
controladoras, aparecen por el contrario
como nociones ciegas, incontrolados, fabricadores de irracionalidad,
irracionalidad cuya forma más extrema (por ser la mejor camuflada) ha sido
siempre la racionalización: racionalización ideológica (en la que se escotomiza
todo lo que no puede ser integrado por el sistema doctrinario abstracto),
racionalización tecnoburocrática (en la que se escotomiza, y hasta se liquida
físicamente, todo lo que no entra en el esquema operacional mutilante (p.112).
Estas precisiones teóricas- históricas son
los referentes que circulan en la atmósfera social, cultural, política,
educativa y que permiten entender la magnitud de la crisis, de la crisis que
viene padeciendo el pensamiento moderno como sistema de dominación ideológica
que ha estructurado un modo de pensar, hablar y actuar de los ciudadanos y
ciudadanas de la sociedad actual.
La universidad es referencia clara donde desde el siglo XVIII se ha puesto en
escena un conjunto de acciones técnicas- científicas e instrumentales para
capacitar profesionales de acuerdo a las
necesidades o demandas del mercado, fundamentalmente se centra la producción de
conocimiento en el área de la ciencia, la tecnología y la innovación. Lo
expuesto hoy se debilita, se pone en duda, debido a que no responde a las
necesidades de las comunidades y poco pertinente lo que se produce.
La idea de universidad en el tiempo se ha
deslegitimado. Como instancia institucional, sus presupuestos teóricos,
epistemológicos, metodológicos, políticos pierden fuerza frente una realidad
social que ha rebasado la orientación y vigencia de los pensum de estudios, el
currículo, las carreras predeterminadas. Ya la producción de conocimiento no
garantiza el progreso, ni la ilusión de un futuro prospero, de igualdad y
formación de un individuo con gran sensibilidad social.
Educación Universitaria en Venezuela
En los últimos tiempos, el desarrollo del
conocimiento, la Educación Superior y la sociedad en América Latina soplan
vientos de cambios y transformaciones que nos invitan a acelerar la
transformación de la Educación Universitaria en Venezuela. A propósito de esto,
cabe citar a García (1998), quien expresa lo siguiente:
El nuevo discurso modernizador de transformación de
la Educación Superior en la Región ha
hecho énfasis más en cambios para la competitividad que para la equidad. Se
requiere por tanto de un enfoque integrado para que todas las necesidades de la
población reciban una atención equilibrada. Es tan importante una educación de
calidad para responder a la
competitividad económica, como una educación que produzca conocimiento y forme
profesionales que sean capaces (desde
una visión integral y abierta) de contribuir a la significación de las
condiciones de la vida de todos los sectores de la sociedad (p.16).
Lo dicho por esta autora coloca en
evidencia que los países de la Región en el desarrollo de su política educativa
a nivel superior obedecen a una línea
demarcada por intereses hegemónicos, transnacionales, unidireccionales,
pensados desde el capitalismo; y su preocupación es la obtención de
profesionales serviles al mercado actual.
Podemos señalar que en las décadas de los
años 80 y 90 es donde se presencian en muchas Universidades de América Latina y
el mundo, procesos de reformas, adecuaciones o ajustes en la arquitectura
Universitaria. Enunciemos algunos datos referenciales: el número de estudiantes
matriculados en todo el mundo se multiplicó
por más de seis, pasó de 13 millones en 1960 a 82 millones en 1995. El
aumento de esta matrícula se adjudicó en los países desarrollados. En la
actualidad, más de 20 tienen lo que se denomina “megasistemas”, esto es,
sistemas con más de un millón de estudiantes. Estados Unidos se reflejaba con
14 millones de matriculados. La unión Europea cuenta con casi 12 millones.
Siendo Alemania y Francia los países con mayor matricula (más de 2 millones
c/u). China y la India también con megasistemas (más de 5millones c/u). Otros
países son: La Federación Rusa 4,5 millones, España y Reinos Unidos cerca de 2
millones c/u, Canadá 2 millones, Japón cerca de 4 millones, Filipinas,
Indonesia, República de Corea algo más de 2 millones, y Egipto, Irán, Tailandia
y Turquía poco más de un millón c/u (UNESCO
1998c, citado por García Guadilla, p.10).
Así mismo se puede indicar que en América
Latina, Brasil, Argentina y México se muestran como megasistemas. Sin
embargo, la diversidad es notable. Se
encuentran nueve naciones con menos de 150 mil estudiantes matriculados de
tercer y cuarto nivel, esto es, con sistemas nacionales de Educación Superior
más pequeños que algunas megainstitutciones
como la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Autónoma de México.
Entre los sistemas grandes, se pueden
señalar con una matrícula entre 1 millón y 500 mil estudiantes: Bolivia, Perú y
Venezuela; sistemas pequeños menos de 150 mil estudiantes: Costa Rica, El
Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República
Dominicana y Uruguay. Es importante expresar que cuba es el país
Latinoamericano que más ha desarrollado el sector de las Instituciones de
Educación Superior, alcanzando un promedio de Matriculados del 79%.
En la Región, lo correspondiente al crecimiento
del número de Instituciones Universitarias (actualmente cerca de 6000) tiene
una importante diferenciación: se creó un porcentaje alto de instituciones
(pequeñas) 85%, para cubrir el porcentaje de matrícula en Educación Superior de
31%. Es de indicar que la Educación Privada en la Región ha tenido mayor
crecimiento en el mundo durante las últimas décadas, cubriendo el 38% de la
matricula total.
Podemos decir que las instituciones de
Educación Superior en Americalatina y el resto del mundo se han movido en
búsqueda de fortalecer una política universitaria y dar respuesta a los nuevos
tiempos desde una visión en su
mayoría moderna.
Cabe destacar que la República Bolivariana
de Venezuela, en los últimos años (1998-
2010), viene dando pasos agigantados en materia de Educación, en este caso, la
Educación Universitaria. La política desarrollada ha permitido avanzar y
profundizar en aspectos como: el acceso, crecimiento, atención, calidad,
justicia, pertinencia social, participación política, contraloría social,
transformación del currículo -entre otras políticas que han puesto la Educación Universitaria al servicio del
pueblo.
La UNESCO, en su informe 2010, publicó
cifras de la tasa de matriculación Universitaria en el mundo. Los resultados
presentados por esta organización internacional coloca a Venezuela en el quinto lugar en el mundo, con 83%, en este mismo sentido,
la República Bolivariana de Venezuela figura como el segundo país con mayor matricula de Educación
Universitaria, entre todas las naciones de Americalatina.
En esta
medición, Cuba ocupa el primer lugar, con 109% de matrícula, segundo lugar
Venezuela con el 83%, Argentina con 67%, Uruguay con 64% y Chile con 52%.
Posteriormente, se encuentra Panamá , con 45%, Perú 35%, Colombia 32%, Brasil
30%, México 27%, El Salvador 22% y Guatemala 18%. Estas cifras indican que en
Venezuela la tasa bruta de matriculados en la Educación Universitaria es de 2,5
veces el promedio de Americalatina y el Caribe, que se ubica con una tasa de
34%.
En el avance correspondiente en Educación
Universitaria en Venezuela, encontramos los principios que la orientan.
Revisemos los siguientes ejes reflexivos: 1) La Educación y el conocimiento
como bien público al servicio de todas y todos. 2) Inclusión y justicia social.
3) Diversidad e interculturalidad. 4) Cooperación solidaria. 5) Democracia
participativa y protagónica. 6) Calidad. 7) Pertinencia. 8) Formación Integral.
9) Ejercicio del pensamiento crítico y reflexivo. 10) Educación a lo largo de
toda la vida. 11) Autonomía responsable. 12) Equidad territorial.
Se pueden indicar algunas líneas que el
MPPED ha venido desarrollando en los últimos tiempos: 1) Se aborda la idea de
Universalidad de la Educación Universitaria; donde se considera la expresión,
el carácter público de la Educación Universitaria, el beneficio de becas y
servicios estudiantiles, la creación de un innovador sistema de ingreso, se
considera la orientación en educación universitaria como base para su
desarrollo, inclusión y pueblos indígenas, discapacitados y privados de
libertad. 2) Uno de los proyectos bandera es la Misión Sucre y la
Municipalización de la Educación Universitaria hoy presente en 335 municipios en el territorio nacional,
aquí se coloca en la escena la municipalización, expresión territorial de la
Educación Universitaria, espacios educativos por entidades federales, Aldeas
Universitarias construidas, estudiantes
en programas de formación (2004- 2008), 3) Misión Alma Mater: creación y transformación
Institucional; en éste encontramos: las instituciones de Educación
Universitaria Oficiales creadas (1999-2009), objetivo de la Misión Alma Mater,
Instituciones en proceso de creación, Instituciones en proceso de
transformación, desarrollo de infraestructura, entre otras líneas temáticas que
se desarrollan actualmente y que dan fuerza al proceso de transformación de la
Educación Universitaria en Venezuela. (Léase
Informe MPPEU: “Logros de la Revolución Universitaria”. Caracas 2010).
La creación de nuevas instituciones
universitarias ha sido de gran ayuda en la garantía del ingreso a las
universidades en la última década, es de señalar que para el año 1998 existían
aproximadamente 700 mil estudiantes
matriculados en la llamada Educación Superior; hoy, se cuenta con más de dos
millones quinientos mil estudiantes matriculados en la Educación Universitaria,
gracias a la acertada política en Educación Universitaria del gobierno de
turno.
Vista la Misión Alma Mater como el
escenario desde donde se impulsa actualmente la creación y transformación de
Instituciones Universitarias, crea el escenario para la puesta en marcha de la Universidad
Politécnica Territorial, se aspira contribuir con el desarrollo integral del
territorio; en consecuencia, se deben desprender aristas donde la producción
del conocimiento y los saberes que se produzcan
sean puestos a la disposición de lo individual y del colectivo
académico- del poder popular, de manera que se pueda contribuir con la
activación y mejora del área socio- productiva, disminuyendo la dependencia
tecnológica, ideológica, política, entre otros aspectos que no han permitido el
desarrollo de este sector. La UPT debe
convertirse en el brazo articulador y ejecutor entre el saber académico, el
saber popular, el saber productivo y la formación.
Organización de Saberes: Área Socio Productiva- Formación Humana
En Venezuela, las instituciones de
Educación Universitarias desde su creación han marcado un desarrollo académico-
profesional movido por el pensamiento moderno y, por ende obediente a políticas capitalistas del momento. Este
escenario ha traído como consecuencia que no se haya generado un proceso de
transformación del país en las áreas: técnicas, científicas, tecnológicas,
socio-productivas, humanísticas, entre otras.
En cuanto al área socio- productiva, podemos
decir que ésta ha sido poco desarrollada en los últimos tiempos, debido al
modelo desarrollista, rentista al que
hemos sido sometidos. Venezuela es un país que se caracteriza por ser mono
productor (exportador de petróleo),
trayendo esto como resultado el no desarrollo de otras áreas de producción
(agrícola, pecuaria, textiles, minería (oro, diamante, hierro, níquel, otros).
Con una
historia aproximada de más de cien años de explotación petrolera en el país,
cabe preguntarse: ¿Qué entendemos por la Venezuela Petrolera Vs la Venezuela
Productiva? La Venezuela petrolera. Se
caracteriza en depender sólo de los ingresos de la renta petrolera, se puede
señalar que con estos ingresos se debe
abordar el gasto público, los gastos de inversiones y desarrollo en el país (de hacerse una justa
distribución). Este escenario profundiza la dependencia extranjera a nivel tecnológico- científico, no se
desarrolla el aparato productivo, se amplía la brecha entre los países del
tercer mundo y los del primer mundo. Ser monos productores garantiza que en
nuestro país no se produzca ni siquiera lo que nos comemos.
Pensar la Venezuela productiva pasa por
transformarnos en un país multiproductivo,
donde podamos diversificar la
producción y no depender sólo de la exportación petrolera, que podamos extraer
la materia prima de nuestros recursos naturales, procesar y diversificarla en
nuestra patria, que tendamos puentes con otras naciones estratégicas que nos
permitan el desarrollo y transferencia tecnológica.
A la
Venezuela productiva, la fortalecería el desarrollo de la pequeña y mediana
industria, cuando la política económica del país dé un paso al frente e impulse
el desarrollo de programas socio- productivos que den paso al desarrollo del
poder popular organizado y en movimiento para hacer revolución con el desarrollo endógeno sustentable en equilibrio y considerando la economía
social como la posibilidad local de fortalecer la política económica que se
desprende del Plan Nacional Simón Bolívar.
El
área socio- productiva en nuestro país en los últimos tiempos ha sido
poco desarrollado. Hoy se evidencia la necesidad de impulsar acciones que
permitan iniciar con la producción de productos de primera necesidad,
prestación de servicios y producción de innovación tecnológica académica y del
saber popular, para beneficio del colectivo de la comunidad. Cabe interrogarse:
¿Qué entendemos por área socio-productiva? Al respecto, Sosa (2010) expresa:
Es la composición de fuerza: obrera, intelectuales,
profesionales, educativos y productivas que se asocian para un fin social y
comunitario, aplicando una planificación de recursos financieros y humanos para
la prestación de servicio útil y de gran provecho mediante la instrumentación
de un proyecto de carácter social que va orientado hacia los problemas
concretos de la realidad social para buscar respuesta a ellos y obtener nuevos
conocimientos y soluciones creativas (p.2).
El desarrollar acciones en esta dirección
da posibilidades para contribuir con el desarrollo y dar alternativas de
solución concretas en el sector social. La organización, planificación,
desarrollo y puesta en escena de proyectos que estén en sintonía con las necesidades del colectivo social es
la clave para brindar mayor bienestar
social y calidad de vida a los habitantes de la comunidad en cuestión.
Ganados con
el impulso del área socio- productiva del país, es necesario emprender
políticas que generen integración pensamiento- teoría- práctica o pensamiento-
discurso- acción, de manera que se pueda garantizar un desarrollo que tenga la virtud de
estimular la participación democrática, participativa y protagónica que
transite en el desarrollo personal y
profesional, que el poder popular tome conciencia de sus expectativas al vivir
el proceso de formación en el aprender haciendo (auto- aprendizaje) valorando
la relación inherente que debe existir entre educación y trabajo.
La formación se puede decir que es punto
de honor en el proceso de transformación que vive hoy la Educación
Universitaria en Venezuela. Se trata de un cambio de paradigma donde existe la
necesidad de abandonar la lógica con que se ha configurado nuestra caja de
herramienta. Es desnudarse, colocar lo aprendido en duda e iniciar un proceso
de formación donde se tenga la posibilidad de tomar múltiples caminos
(paradigmáticos), considerando elementos teóricos, epistemológicos,
filosóficos, axiológicos y praxiológicos
que permitan crear las condiciones y dar paso a la formación de un
profesional nuevo, de un hombre nuevo, del ciudadano y ciudadana que requiere
esta sociedad en permanente cambio.
La
Transformación para trascender en la Educación Universitaria
En las dos últimas décadas, encontramos una atmósfera universitaria donde
se habla mucho de “cambio” , “reformas” , “transformación”, modernización ….,
pero no queda clara la transcendencia de estos anuncios, cómo se configuran
estas experiencias, si son compartidas por el colectivo que cohabita en la
universidad o no, qué beneficios brinda
al colectivo universitario y social. La aspiración de sus actores (profesores,
estudiantes, obreros, administrativos, otros) es que se produzca un bienestar
común y se ajuste la universidad a la realidad social.
En el panorama Latinoamericano y en
especial en Venezuela, se han realizado algunos intentos de reformas
centrándose en la revisión de pensa de estudios, currículos, carreras, perfiles
del egresado, programas y algunas normas de funcionamiento que sólo han
garantizado la permanencia y hegemonía de un pensamiento moderno (técnico-
instrumental) que no da paso a la transformación de la universidad; por el
contrario, tiende a profundizar la
crisis que hoy agobia a los centros universitarios.
Es evidente que la universidad tradicional
(moderna) no se está transformando, se presenta en medio de una crisis paradigmática,
una crisis de pensamiento que nos invita a todos los sectores que constituyen la universidad como un todo a
impulsar acciones, políticas o escenarios
que garanticen la búsqueda de nuevas aproximaciones teóricas que nos den
pistas para marca distancia con los paradigmas establecidos y aperturar la
posibilidad de asumir la transformación de la universidad por la vía de la “transformación” como la
posibilidad de trascender la idea misma de reforma ejecutada en los últimos
tiempos, que no funcionó, producto de la combinación de la crisis y decadencia
que ha arropado esta institución.
La idea
de transformación para trascender en la Educación Universitaria, de acuerdo a lo señalado anteriormente, se
genera en el debate sobre la transformación la necesidad de crear escenarios
que trasciendan la idea de reforma
pensada desde la modernidad. En esta apuesta investigativa, se coloca para el debate la idea de
transformación como la posibilidad de crear escenarios, lugares y no lugares,
múltiples escenarios que deben estar orientados desde el pensamiento transdisciplinario y el pensamiento complejo como una
posibilidad otra. Cabe destacar que el desarrollo del pensamiento
transdisciplinario no sólo en el sentido de Gibbons (como transversalidad de las
disciplinas) sino también en el sentido
de Morin (1997), como solidaridad de los fenómenos, como ética de la
comprensión, como tendencia a la reducción. Dice Morín: “lo que nos priva de
las potencialidades de la comprensión entre los pueblos, entre las naciones,
entre las culturas. La universidad lleva una herencia cultural, colectiva, que
no es solamente de la nación, sino también de toda la humanidad”.
Iniciar un proceso de transformación en
las Instituciones de Educación Universitaria (Modernas) convoca a considerar
las siguientes premisas: 1) asumir sin temor el pensamiento transdisciplinario
y Complejo como referente teórico en el
análisis, desconstrucción y construcción de la idea nueva de universidad y
formación. 2) Identificar los dispositivos que activan la cultura de la modernidad. 3) Tener una mirada real,
retrospectiva y prospectiva del contexto universitario y la sociedad actual. 4)
Asumir las TIC como una herramienta que nos dé
la posibilidad de obtener, analizar, desconstruir y construir
conocimiento ajustado a la realidad del saber escolar y el saber social. 5)
Convertir la universidad en un espacio donde nada este al resguardo de nada ni
nadie (el poder). 6) Debe existir democracia participativa y protagónica de
todos los actores. 7) Romper con la separación de la cultura científica y
cultura de las humanidades. 8) Considerar la integralidad como parte del ser.
9) El predominio de los valores debe estar orientado desde: el amor, la
pluralidad, la solidaridad, el respeto, la reflexión permanente y la
pertinencia social y 10) Asumir desde la
ética del Ecosocialismo la creación de instrumentos que tiendan a la
preservación del medio ambiente.
La
Educación Universitaria debe estar en sintonía con la exigencias de la sociedad
del conocimiento, las necesidades de la población, del área socio- productiva,
de la formación de los y las ciudadanos que interactúan en la sociedad contemporánea. Para ello, se
trae a colación el siguiente planteamiento de García, (2002) que indica:
Comenzar a imaginar las condiciones de un escenario
deseable para la Educación Superior, y en especial para la Universidad Pública
latinoamericana, implica empezar por poner sobre la mesa los principales
problemas que tienen nuestras sociedades, y la escasa habilidad que ha tenido
la universidad para contribuir con respuestas
pertinentes (p.111).
La misma autora sugiere para el debate
los siguientes escenarios para contribuir en generar espacios que configuren un
pensamiento y acción dirigida a fortalecer los siguientes aspectos: 1)
compromiso con la diversidad de comunidades e instituciones que caracteriza a
nuestras sociedades. 2) Interacción, colectividad, esto es, comunicabilidad
entre disciplinas, entre productores de conocimiento y entre productores
académicos y comunidades. 3) desarrollo de un pensamiento transdisciplinario.
4) La universidad debe brindar la posibilidad de gran información y
conocimiento circulante para construir nuevas configuraciones de conocimiento. 5) Refundar la universidad
pública ajustada a los nuevos tiempos debe ser prioridad.
En este orden de ideas, compartiendo lo
expresado por Derrida (2002), en su texto la
Universidad Sin Condición, en cuanto a la idea de la universidad necesaria,
“el derecho primordial a decirlo todo,
aunque sea como ficción y experimentación del saber, y el derecho a decirlo
públicamente, a publicarlo” (p.14). La invitación es abordar la discusión de la
transformación universitaria desde la idea de la desconstrucción, donde el
límite de lo posible sea el lugar donde la universidad se exponga a la
realidad, a fuerzas externas: políticas, ideológicas, culturales, éticas,
económicas y sociales. Es de preguntarse: ¿Es posible transformar la Educación
Universitaria sin una reforma del pensamiento? ¿Reformar para cambiar o transformar
para trascender? Entre las ideas planteadas por Di’ Marcos se podrá, en
definitiva, las bases para pensar una universidad y una sociedad para todos.
Claves para el debate
Universidad Productiva e
Innovadora
ü
Reflexionar, analizar, discutir y crear las
bases para el impulso de la
independencia y/o la autonomía real en la Universidad Venezolana.
ü
Fortalecer la democracia universitaria,
expresada en la participación activa y protagónica de los colectivos que la constituyen
(profesores, estudiantes, obreros y empleados) y con ellos garantizar un
proceso de transformación de la universidad que conlleve hacernos más productivos, innovadores y pertinentes
socialmente.
ü
Asumir la necesidad de convertir la
Universidad en un referente a nivel local, regional, nacional e internacional
en su fortaleza académica- investigativa y compromiso social que la sociedad
actual requiere.
ü Conectar
la práctica académica- investigativa con
las empresas: públicas y privadas, las universidades, el sector comunal y otros
entes de la región, y así, estar en sintonía con las necesidades técnicas-
científico- sociales de la ciudad.
ü Crear
alternativas socio productivas, técnicas, científicas, ecológicas y
humanísticas que permitan tener mayor
autonomía económica en la universidad y que beneficien a todos los
colectivos que la integran, más al poder comunal.
ü Generar
espacios de encuentros donde los diversos colectivos que integran la comunidad
Universitaria más el poder comunal puedan interactuar para producir
alternativas que nos unan en la idea donde se exprese: Amor, solidaridad,
participación desinteresada, respeto mutuo, identificación con el trabajo e
institución- sociedad, y por la consolidación de una universidad
transformadora, críticas, emancipadora, productiva e innovadora y sobre todo
humanística.
REFLEXIONES FINALES
1.- El progresivo agotamiento del paradigma
(pensamiento moderno) que ha venido orientando, configurando y permeando el
desarrollo de la universidad como escenario privilegiado en la reproducción del
conocimiento y, del afán de controlarlo todo se ha excedido de tal manera, que
los resultados obtenidos hoy no han dado respuesta suficiente a las necesidades
de la sociedad actual.
2.- La crisis del modelo instalado en las
Universidades Politécnicas tradicionales,
los Institutos Universitarios Tecnológicos y Colegios Universitarios se
convierte en unos de los referentes que permite avanzar en el análisis, la
reflexión y discusión sobre la idea de la Universidad Necesaria.
3.- Tal como
se presenta el panorama en los Institutos Universitarios Tecnológicos en
proceso de transformación a Universidades Politécnicas Territoriales, se puede
expresar que el predominio de una lógica racionalizadora, hegemónica,
fragmentaria, individualista que aún permanece vigente en estas instituciones
de Educación Universitarias, esta
realidad coloca en peligro o riesgo el proceso de transformación universitaria
pensado desde la Misión “Alma Mater” y puesta en desarrollo desde la creación
de las Universidades Politécnicas Territoriales.
4.- Los espacios de transformación son espacios que
brindan múltiples escenarios, eventos, acontecimientos que colocan en
movimiento procesos que permiten contrastar, concatenar y reflexionar ideas,
planteamientos, visiones, miradas sobre el asunto en cuestión.
REFERENCIAS
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