lunes, 6 de agosto de 2012

NEOLIBERALISMO O SOCIALISMO


                                                                                              Por Yoraima Lárez

En una entrevista realizada por Ernesto Villegas a Germán Campos, Director de Consultores 30.11, el último expresó: “…luego del referendo revocatorio de 2004, las elecciones, en Venezuela, comienzan a producirse en el contexto de la comparación de dos visiones de país” Posteriormente, indica que 47,2% de los venezolanos está de acuerdo con la construcción del modelo socialista propuesto por el presidente, Hugo Chávez.

Esto indica el encuentro de un gran sector de la población con la fundamentación teórica, el socialismo. Se observa una vinculación entre lo que se quiere y el camino a tomar para lograrlo. Por siglos, la práctica estuvo separada de la teoría, lo objetivo de lo subjetivo por eso es común oír: “eso es teoría” en forma despectiva, “sea objetivo, deje los sentimentalismos”, o cuando se quiere utilizar un aparato sin leer el manual.

Por tal razón, en la Constitución de 1961 se quería formar un hombre crítico a través del conductismo, de la eliminación de las preguntas que llevaban a pensar y a la investigación, se repetía lo que la o el docente decía y la exactitud de la réplica se reflejaba en mayores calificaciones. En este período se formó, en contradicción con lo establecido, un ciudadano acrítico, sin competencias argumentativas, hiperespecializado en un fragmento del conocimiento, con razonamiento causa-efecto, individualista, competitivo… También se planteó la eliminación del latifundismo para impulsar una reforma agraria con prácticas feudales y muchas veces esclavistas, (Defensoría del Pueblo, Informe 2006, p.20) sin ser una verdadera política del Estado, a pesar de haberse aprobado la Ley de Reforma Agraria en 1960 la cual estuvo vigente hasta el 2001 cuando entró en vigencia la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, ya que éste se encontraba “comprado o amarrado” a los grandes centros de poder llámese nacionales o extranjeros. Estos dos ejemplos demuestran que una cosa estaba escrita y otra la que se hacía; la desvinculación entre el qué y el cómo es evidente, por lo tanto se llega a metas que jamás se fijaron.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) tiene como fundamento el humanismo cuyo cimiento es el Pueblo y su objetivo es la refundación de la República para establecer una sociedad democrática, participativa,  protagónica, multiétnica y pluricultural en pro del bien común. Los valores que resalta son: la libertad, la igualdad, la independencia, la solidaridad… La justicia social, la paz, la preeminencia de los derechos humanos, el ejercicio democrático de la voluntad popular sus fines y los procesos para alcanzarlos, la educación y el trabajo.

A grosso modo, estas son algunas pinceladas de los basamentos de la carta magna. Ahora, la gran pregunta es: cómo convertir la letra de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) en letra viva, en actitudes, en vivencia cotidiana. ¿Cómo lograr un humanismo que contemple al Pueblo: al trabajador, al estudiante, al adulto mayor, al joven, al niño, al bebé, a los profesionales… a todos y todas? ¿Cómo llevar a la práctica la igualdad? ¿Cómo la nación puede actuar con independencia? Y así, pasar por todos y cada uno de los aspectos que establece la CRBV. En la realidad venezolana se plantean dos modelos: el Neoliberalismo que propone la derecha y el Socialismo que plantea la izquierda.

El Neoliberalismo es la ideología económica que domina al mundo. Ingresó en América del Sur con mucha fuerza en el año 1982.  Recibe el nombre de capitalismo trasnacional, corporativo o globalización.  Su creador es Milton Friedman (Premio Nobel de Economía en 1976).  Esta teoría se fundamenta en:
1.- El Estado no interviene en la economía nacional. Sus leyes son supraconstitucionales (Por ende están en contra del pensamiento nacionalista y todo lo que beneficie al pueblo lo llaman, populista).
2.- El libre mercado y el libre comercio es lo más importante. Los grandes consorcios y las empresas transnacionales establecen normas que los benefician en detrimento de las pequeñas y medianas empresas. La población es manipulada a través de los medios de comunicación para consumir más los productos de los patrocinantes e incluso a tomar la imagen que publicitan (Las mujeres bellas, sexuales, los hombres bellos o guapos, delgados: culto a la imagen).
3.- Las desregulación impositiva y precios al consumidor, conjuntamente con la privatización de empresas, el movimiento libre del capital son requisitos obligatorios para las naciones que se adhieren a ese modelo.
4. El trabajador y la trabajadora son recursos de ese mercado (Por lo tanto la estabilidad laboral no existe). Las  prestaciones sociales y la seguridad social son grandes gastos imposibles de sufragar (significa perder capital). Las pensiones y jubilaciones se convierten en una ayuda económica, jamás son equivalen al salario mínimo.
5.- El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial de Comercio son organizaciones que se fundamentan en esta ideología.

De su concepción es posible distinguir lo siguiente:
-          El poder económico tiene supremacía absoluta y su objetivo es: dinero gana dinero. Se invierte dinero para obtener mayores porcentajes de ganancia.
-          El Estado es minimizado por lo cual no está restringido por leyes o normas. El poder económico (privado) coloniza al Estado (lo cual es fascismo), de esta manera: El mercado es el Estado.
-          El poder económico utiliza los medios de comunicación para instaurar necesidades en la población que no son tales (Ud. compra cosas que luego olvida en el armario. O se coloca prótesis para convertirse en el ideal femenino o masculino publicitado, entre otras muchas cosas…).
-          El ser humano es un recurso y la obtención de dinero es el objetivo primordial; por encima del mismo hombre o mujer. La persona que por sus condiciones de edad, salud, discapacidad no sea un recurso constituye una carga.
-          Existen instituciones como el FMI encargadas de girar instrucciones, muy objetivas sobre la manera de abordar las crisis, planificadas fuera de contexto y sin tomar en cuenta a las mayorías, sus intereses, necesidades y posibilidades.
-          Las personas, a fin de cuenta se convierten en máquinas con sentimientos, deseos y apetitos egoístas, cuyo fin es tener dinero, conseguirlo a consta de lo que sea porque éste significa status: “tengo dinero, puedo gastar sin límite; se exacerba el individualismo. Existen personas a su alrededor que elogian su forma de ganar dinero y también existe aquellas a quienes utiliza y explota para ganarlo. En definitiva, “tiene poder; la persona es feliz”.

     Evidentemente, el neoliberalismo no es el camino que llevará a las venezolanas y venezolanos a lograr lo establecido en la CRBV. Existe otro, el socialismo, no es un trayecto transitado por muchos. Es necesario inventiva, coraje, inteligencia, lidiar contra la incertidumbre, obstáculos... Pero, qué significan las dificultades para un Pueblo que fue capaz de vencer sus propias limitaciones al atravesar el páramo de Pisba y liberar nada menos y nada más que Nueva Granada (uno de los Virreinatos de España en Suramérica) en la Batalla de Boyacá. Ese Pueblo que al lado de Ezequiel Zamora llevó a cabo una acción retardatriz, en la Batalla de Santa Inés, hoy estudiada en toda Europa. O para este Pueblo que liberó a un Presidente secuestrado en menos de 48 horas, que aguantó el Paro Petrolero y dio muestras al mundo de una voluntad infranqueable. ¿Qué significan los obstáculos para un Pueblo que cada día lucha por sus ideales? El Pueblo venezolano tiene ideales ancestrales: la libertad, la unión, la integración, el respeto mutuo, la satisfacción de las necesidades colectivas porque para eso se integra en sociedad.

El socialismo: Es la praxis de lo social, se necesita trabajar en colectivo, en forma organizada y corresponsable en procura del bien común. Centra su accionar en los seres humanos, en sus necesidades y capacidades, su objetivo es la justa distribución de la riqueza. El respeto a la dignidad humana son sus características.

El bien común es la punta de lanza de esta propuesta que está construyendo el pueblo venezolano, fundamentado en el pensamiento bolivariano. La independencia, los valores éticos socialistas, la soberanía, la democracia participativa y protagónica, el humanismo, el desarrollo sustentable y sostenible, la preservación del planeta y la vida son sus pedestales… (Chávez, 2012, Propuesta, II Plan Socialista para el período 2013-2019).

Luego, de este planteamiento, es usual escuchar. “eso es teoría no tiene posibilidades de ser llevado a la práctica”. Habría que pensar e interrogar: ¿Por qué el neoliberalismo ha sido llevado a la práctica de la A hasta la Z?  También es teoría. E incluso, esta teoría niega en sus orígenes a la especie humana. Pero, que aviva y tiene su principal andamio en el cerebro reptil: supremacía, competitividad, en lugar de pelear por el territorio, lo hace por el dinero.

El socialismo se sustenta en la naturaleza gregaria del ser humano, su vocación biohistórica es la convivencia. Pudo sobrevivir a lo inhóspito; en sus orígenes, gracias a esta condición. No puede vivir sin el cuidado de la madre cuando nace. Subsiste por el trabajo de todos y todas: el agricultor, el industrial, el artesano, las y los docentes, las y los conductores… Recordando a Freire, en su libro la Educación como práctica de la libertad (1969) “el hombre es un ser de relaciones…no está solo en el mundo sino con el mundo” (p.28).

El socialismo requiere de un hombre y una mujer libre, necesita reconocerse como individuo de grandes fortalezas, cada ser humano posee cualidades excepcionales en aspectos determinados que lo hacen único (Limardo con su espada, Dudamel y su varita, las y los productores de alto rendimiento según su contexto, los albañiles creativos, docentes destacados, estudiantes de alto desempeño…). Cada ser humano es único, tiene cualidades que lo hacen excelente para “n” tareas tanto cognitivas como prácticas. Quienes logran enlazar la teoría, la cognición, con la práctica presentan desempeños extraordinarios: Simón Bolívar, Albert Einstein, Jesucristo, Ghandi… y tantas personas que han trascendido la historia por la congruencia entre su pensamiento y su hacer. Esta actuación les ha dado la inmortalidad.

Es el individuo en su otredad, se reconoce a sí mismo y esto se refleja en su actuar, en la convivencia con el otro. Convivir es reconocer y respetar al otro. La violencia surge cuando una persona niega a la otra como ser legítimo, impera el “yoísmo”, el egoísmo y el egocentrismo, que impiden aceptar al otro. El reconocer, comprender y convivir con el otro, forma al ser social. En estas situaciones, impera el amor como fuente de socialización. Al respecto, Maturana, en su libro Emociones y lenguaje en educación política (1997) sostiene: en “…el amor… el otro surge como otro legitimo en coexistencia con uno mismo; y… la agresión es el dominio de esas acciones en el que el otro es negado como otro legitimo en coexistencia con uno mismo” (p.40).

En este sentido, convivir necesita de los tres cerebros: el neocórtex, el mamífero y el reptil. Esto es, necesita del saber, de la conciencia, de los sentimientos y del instinto de supervivencia. En estos tiempos de cambios climáticos, se necesita de todos y todas. Aquí están las manos de muchos, con el saber, el esfuerzo y la constancia se alcanza la victoria.

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