Por:
El Correo del Orinoco | Domingo, 24/11/2013 10:41 AM |
Disponible
en: http://www.aporrea.org/actualidad/n240523.html
El tricolor que acompañó las luchas de
Independencia en el siglo XIX volvió al presente en 1992, anudado al brazo de
un grupo de militares y civiles que insurgieron contra el régimen puntofijista
(calificados como golpistas por el establishment). La batalla simbólica entre
las fuerzas progresistas y las opositoras llegó, también, a ese
amarillo-azul-rojo convertido en bandera nacional. La mejor prueba de ello fue
lo sucedido en 2012, cuando la dirigencia opositora asumió el tricolor como
símbolo de su campaña presidencial, en una estrategia que el comandante Hugo
Chávez calificó como de intento de crear confusión en la población.
La función del tricolor como símbolo es
“construir una nacionalidad deslastrándose de elementos imperialistas” y
construir nuevas relaciones políticas y económicas. “Cuando nosotros vemos la
bandera de Venezuela, vemos ahora una cosa diferente”.
“Nosotros decimos que la bandera es un
símbolo patrio, y ese adjetivo es, precisamente, lo que la carga de otros significados.
Cuando nosotros decimos patria, ¿de qué estamos hablando? De identidad, de
herencia, de descendencia, de nación”, describe. Patria implica no solo un
territorio, sino “un sentido de identidad y de diferencia frente a otros”. La
construcción de patria “implica que existen otras patrias, que tú te
identificas con la patria o con la patria de otros”, indica Navarrete. En ese
contexto, el tricolor es mucho más que un pedazo de tela.
ESCOFOS,
recomienda visitar la página en la dirección URL, antes indicada, y analizar la
entrevista realizada por el Correo del Orinoco al antropólogo Rodrigo
Navarrete, profesor e investigador de la Escuela de Antropología de la
Universidad Central de Venezuela
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