Richard Jesús Najul
M.
Hay gente tan cercana a
nosotros y queridas, que sabiendo de sus cualidades personales y humanas, sin
embargo parecen blindadas ante el mensaje amoroso de que un mundo de justicia y
de paz es necesario y posible, mediante el camino del socialismo. Parecen asustados
como aquellos niños que, <aún queriendo algo bueno, deseable,
beneficioso>, lloran, se apartan, se acercan, sonrían, ven para los lados,
inseguros, extienden la mano, la retiran… desconocen, no terminan de saber,
confundidos, temen.
Ellos, nuestra gente y
muchos, saben que lo amoroso, fraterno y humano son los ingredientes
fundamentales para una feliz convivencia interpersonal, familiar, pero no han
caído en cuenta que esas condiciones, rasgos y valores no pueden mantenerse en
espacios de convivencia que ya son estrechos y limitados; que hay que romper
las fronteras del mí hacia el nosotros y a todos (la Humanidad).
Abramos la conciencia; Por
una lado: hay que saber que la vida humana, desde sus inicios hasta hoy, ha
sido caótica (apartando lo ambiental y telúrico), a consecuencias de sí mismos
en su trayecto o etapas evolutivas; su propia entropía, desorden, autodestrucción.
El propio Ser Humano, en su
devenir, ha determinado sus formas de vida, que hasta ahora ha estado basada en
una convivencia de Dominadores-dominados, de naturaleza antropológica, que
responde a los niveles más primarios de la activación cerebral. Pero el mismo
proceso evolutivo y los mayores niveles de consciencia (vía a la manifestación
de mayor humanismo) nos hace ver, sentir, saber y concluir que tal modo de
convivencia (llevando al imperialismo a su fase más depredadora, el
capitalismo) ya no es posible.
No mas dominio y poder de
unos sobre otros (tales actitudes son primitivas, radicadas en el cerebro
humano arcaico o tallo cerebral). Por propia evolución lograremos mayores
niveles de consciencia y por ende de humanismo-amor.
El imperialismo-capitalismo
no es amoroso, porque amorosa no es la función del cerebro arcaico, que es el
que priva en los sectores dominantes); está claro, sólo hay que ver los
resultados hasta ahora en el planeta: caos, guerras, muerte, injusticia, pobreza.
Al contrario, la vida humana
basada en el amor implica alianza entre todos y alianza amorosa es el
Socialismo. Lo amoroso tiene, de suyo, el reconocimiento de la vida como
derecho supremo. También implica desear
para los demás lo que deseas y quieres para ti. Es reconocerte en los
demás; que compartimos las mismas necesidades y modos de sentir y que
inevitablemente dependemos los unos de los otro, por lo tanto somos
corresponsables; que lo que puede hacer uno es beneficio de otros y viceversa.
Esto es Socialismo,
<etimológicamente significa practica de la alianza> inmanente al Ser Humano, y estamos en plena
fase de eclosión para ser instaurado en el mundo. (La oruga está en fase de
crisálida para tornarse en mariposa). Un mundo sin dominadores ni dominados; de
igualdad, solidaridad, corresponsabilidad; aliándonos amorosamente unos y
otros, para vivir viviendo. ¿De verdad se puede seguir pensando que éste modelo
de vida humana (imperialismo-capitalismo) es el camino del reino del amor?
Podríamos definir socialismo
como “el modo de convivencia y desarrollo
centrado en el Ser Humano, que se sostiene en la alianza de los ciudadanos y
basada en los principios de igualdad, solidaridad, cooperación,
corresponsabilidad, respeto mutuo por los demás y el medio ambiente, y cuyo fin
primordial es lograr el bien común, individual y colectivo”.
¿Por qué no ven hermanos(as)
que el socialismo es el camino hacia el reino humano del amor? No teman, además será inevitable; todos
somos esencialmente socialistas, la evolución nos llevará a ello, pero hay que
estimularlo y desarrollarlo.
Es cierto que nos han
enseñado con base al temor, al miedo; nos han hecho inseguros, pendientes de
alinearnos a una fuente segura; que no seamos autónomos, por el contrario dependientes
de la clase política que detenta el poder, de las clases dominantes. Nosotros
no podríamos lograr nada sin aquellos que nos capitalizaron para su beneficio.
Como todos, tú necesitas ser
independiente y soberano en lo personal para constituir la humanidad lucida,
consciente y evolucionada dejando atrás los determinantes primarios de nuestra
biología. Busquemos, dejemos nacer “de nuestra crisálida” al Ser Verdadero que
somos. Quienes hemos logrado la consciencia de Ser, de la necesaria e
inevitable convivencia y de la interdependencia entre todos, somos los
constructores del nuevo mundo, que ya inició; es un peldaño supremo en el
ascenso del Ser Humano.
Hagamos la patria libre y
soberana, feliz y humana y al mundo también. Así lo pidieron el padre Libertador Simón Bolívar y el
Presidente-Libertador Hugo Rafael Chávez Frías, únicos proponentes, en la
historia, de la mayor suma de felicidad
posible y el equilibrio del universo.
No teman queridos(as)
hermanos(as), en todos está la semilla.
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