miércoles, 14 de agosto de 2013

El Plebiscito, la Constitución de 1961 y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (Parte II)



Yoraima Lárez

     Esta II Parte versará sobre las interrogantes que quedaron pendientes, éstas son ¿Por qué la derecha o la oposición venezolana plantea un proceso constituyente? ¿Qué elementos existen en la Constitución de 1999, elaborada y aprobada por el Pueblo que contradice el modelo neoliberal defendido por la derecha venezolana? ¿Qué elementos de la carta magna de 1961 los beneficia; hasta tal punto que el primer decreto de la dictadura de Carmona, fue restituirla? ¿Por qué la oposición venezolana quiere restituir la Constitución de 1961?

     Las venezolanas y venezolanos participaron, en 1999, en un proceso constituyente que derivó en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela la cual rige los destinos de la nación. El Pueblo venezolano es el depositario del poder constituyente, en su ejercicio convoca la Asamblea Constituyente que tiene como finalidad transformar el Estado, redactar una nueva Constitución y con esto un nuevo ordenamiento jurídico (CRBV, 1999, Art. 347, p.p. 374-375). En este párrafo se encuentra la respuesta a la primera interrogante: ¿Por qué la derecha o la oposición venezolana plantea un proceso constituyente? Evidentemente, los fundamentos de un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia establecido en la CRBV (1999) va en contra de sus intereses y las leyes que se han originado de esta concepción: Ley de Tierra, Pesca, Hidrocarburos, entre otras, provocaron reacciones adversas en la oligarquía venezolana.

     Con la finalidad de argumentar la idea anterior y responder a otras dos preguntas formuladas: ¿Qué elementos existen en la Constitución de 1999, elaborada y aprobada por el Pueblo que contradice el modelo neoliberal defendido por la derecha venezolana? ¿Qué elementos de la carta magna de 1961 los beneficia; hasta tal punto que el primer decreto de la dictadura de Carmona, fue restituirla? se harán dialogar las dos Constituciones la de 1961 y 1999, en el Preámbulo.

Unidad de Análisis



Argumento

Constitución de 1961
República de Venezuela
Constitución de 1999
República Bolivariana de Venezuela

P
R
E
Á
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B
U
L
O

















































El Congreso de la República de Venezuela

El Pueblo de Venezuela
Es evidente que en la carta magna de 1961 el Pueblo delega su soberanía en personas que lo representan. Según De Benoist (s/f); la democracia representativa es liberal y burguesa. Este autor se fundamenta en Rousseau quien alega: “el Pueblo está representado, son sus representantes quienes detentan el poder, en cuyo caso ya no es soberano”. El representante electo está autorizado a hacer lo que considere bueno. De esta manera se forma una clase política, una oligarquía de profesionales que defienden sus propios intereses, dentro de un clima de confusión e irresponsabilidad.
En la CRBV (1999) el Pueblo participa, es protagonista y ejerce la soberanía. Plantea Hernández (2009), analizando a Rousseau, la soberanía popular y la participación ciudadana son las bases de la auténtica democracia, ambas están imbricadas no existe soberanía sin participación popular porque la primera no se delega. La soberanía y la participación están orientadas a lograr el bienestar de todos mediante la justicia, la igualdad y la libertad. Este bienestar se materializa en la Constitución que establece la regla de lo justo y lo injusto, la cual debe predicarse y practicarse.

Dios Todopoderoso
Servidores de la Patria.
Simón Bolívar, el Libertador.

Dios.
Libertador Simón Bolívar
Antepasados aborígenes
precursores y forjadores de una patria libre y soberana
La CRBV a diferencia de la carta magna de 1961 reconoce las raíces de las venezolanas y venezolanos. ¿De dónde venimos? Al responder esta interrogante incentiva la conciencia histórica, el reconocimiento al otro, las ideas y acciones necesarias para hacerlas tangibles. En este sentido surge la comprensión de los hechos, la valoración al ser, esto redunda en la autoestima y en el fortalecimiento de valores como el patriotismo, el agradecimiento, el respeto, el amor… Teniendo, además, como elemento integrador el ideario bolivariano.  Reconocer, plantea Adán Chávez (2010) “quiénes somos, de dónde venimos, en qué coyuntura histórica nos encontramos y hacia dónde vamos. Precisamente, uno de los elementos integradores fundamentales en este proceso de construcción, con sus desafíos teórico-prácticos, es el pensamiento bolivariano con toda su trascendencia y vigencia histórica”.

Mantener la independencia y la integridad territorial de la Nación.
Asegurar la libertad, la paz y la estabilidad de las instituciones.
Amparar la dignidad humana, promover el bienestar general y  la seguridad social.
Refundar la República Establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural
En la Constitución de 1961 enfatiza los propósitos del Estado. En la carta magna de 1999 es el Pueblo que se plantea refundar la República. Es la organización de la ciudad a través de la Constitución, “república” (vocablo romano: res- pública: cosa pública). En la república las leyes mandan sobre gobernantes y gobernados por igual, todos y todas deben cumplir las normas y hacerlas cumplir. Así expuesta la norma, confronta al individuo y al colectivo, obliga al compromiso tanto individual como societal para formarse como republicano. Esto trae a colación las palabras del maestro Simón Rodríguez “No hay nueva República si no se forma un nuevo republicano”. Todo esto, para establecer una sociedad democrática donde el Pueblo ejerce el poder en forma participativa y protagónica; reconoce que es multiétnica y por lo tanto pluricultural o sea diversa.

Cooperar con las demás naciones y, de modo especial, con las
Repúblicas hermanas del Continente,
sobre la base del recíproco respeto de las soberanías, la autodetermi-nación de los pueblos, la garantía universal de los derechos individuales y sociales de la persona humana, y el repudio de la guerra, de la conquista y del predominio económico como instrumentos de política internacional…
Promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoameri-cana de acuerdo con el principio de no intervención y autodetermi-nación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democrati-zación de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad
Ambas constituciones abogan por la cooperación de las naciones; la carta magna del 1999 especifica la integración latinoamericana y garantiza los derechos humanos. La de 1961 hace énfasis en los derechos individuales y sociales de la persona, demostrando con esto su origen liberal y especifica el repudio a la guerra, de la conquista y del predominio económico como instrumentos de política internacional. Este escenario cambio para fines del siglo pasado cuando se posicionó el modelo neoliberal (ver los artículos sobre socialismo y neoliberalismo publicados en el blog).

Anteriormente, se aplicó el paradigma keynesiano que sostiene la intervención del Estado para corregir  dos problemas de la economía capitalista que son el desempleo y la concentración de riqueza. A esto se llamó Estado benefactor, paternalista y populista sólo para mal-poner a las personas en contra de este papel sin saber el porqué. Plantea, Palley (2005): “En la distribución del ingreso depende de manera significativa de factores institucionales. Así, no sólo importa la productividad y la escasez de un factor, sino que también su poder de negociación que es afectado por arreglos institucionales. Esto explica la importancia de los sindicatos, leyes que determinan los salarios mínimos, derechos laborales y sistemas de seguridad social, como el seguro de desempleo. Finalmente, los acuerdos públicos de la economía también importan, ya que un público que ve la economía a través de una lente de poder de negociación tendrá mayores simpatías políticas por los sindicatos e instituciones de seguridad social”.

Esta tesis la sostenía el postkeynesianismo que estaban en contraposición con los neokeynesianos, quienes le abrieron la puerta al neoliberalismo cuando sostenían “se paga lo que vale” que, en definitiva, es el dominio del mercado.
El mercado internacional ha sido dominado por el Consenso de Washington y las naciones latinoamericanas iniciaron la reforma del Estado.


     En virtud de lo expuesto, se observa que la democracia representativa fue la transición de la monarquía: En la práctica, luego de ser electo, el Presidente o Presidenta asume la representación porque el Pueblo delega la soberanía, esto le da el derecho de tomar las decisiones que considere convenientes por eso la firma de muchos acuerdos, algunos en contra de la población: Caso Lusinchi, Pérez. En este escenario, los fundamentos de la democracia representativa entran en conflicto; el liberalismo es una corriente filosófica que prepondera las libertades individuales porque surgió en contraposición a los derechos sobrenaturales de la monarquía, surgió de la clase burguesa que, al unirse con la competitividad del capital deriva en el individualismo. De esta manera, el individualismo no coexiste con los intereses colectivos en función del bienestar de todos y todas.  

     También se detecta que la democracia representativa le confiere poder a determinados grupos, muchas veces llamados meritocracia (poder de los méritos) o tecnócratas (poder de los técnicos). En este grupo existen las elites que tienden a perpetuarse en el tiempo y, la mayoría de las veces, ha cercenado las justas aspiraciones de los jóvenes o generaciones subsiguientes (Lean sobre los partidos políticos, dirigentes, ministros y ministras… ¿Quiénes eran los más jóvenes que se encontraban en los ministerios, quiénes ejercieron cargos de responsabilidad?) Esto se observó en todas las instituciones no sólo en la política, también en las educativas, de salud, empresas…     

     En el discurso neoliberal la meritocracia se utiliza como una vía para hacer una nación más justa y apertura la posibilidad de que otras personas ingresen a este grupo, expone Cociña (2013): “simplemente redistribuye las probabilidades de estar en el grupo aventajado” Esta situación puede explicar el que muchas personas voten en contra de modelos transformadores y, asimismo, reproducir conductas del modelo neoliberal construyendo un paradigma liberador. En parte, se responde ¿Por qué la oposición venezolana quiere restituir la Constitución de 1961? En la democracia representativa, la oposición vería restituido el poder que perdió con la revolución bolivariana, el poder político ofrece la posibilidad de manejar a su criterio y conveniencia el poder económico como en otrora época.

     Las lectoras y lectores se preguntarán porque la autora asume que el modelo neoliberal es el adoptado por la derecha (Ver los artículos que se han publicado en el blog y el programa de gobierno que presentó la Mesa de la Unidad para las elecciones del 07 de octubre de 2012 que ganó el Presidente Eterno Hugo Chávez). Luego, de las elecciones del 14 de abril de 2013 el excandidato Capriles ha viajado por el extranjero reuniéndose con representantes de la derecha que comulgan con el modelo neoliberal: Alan García, el Presidente Santos, Presidente Piñera, Patricio Aylwin, Jovino Novoa y Patricio Melero Abaroa (estos 3 últimos vinculados con Pinochet), entre otros; amén de sus afinidades con miembros del Departamento de Estado (USA) y con dirigentes del Partido Popular español.  

     Asimismo, se presentan las siguientes citas que argumentan la exposición anterior:

·         “No es la meritocracia la que resuelve el problema de la desigualdad o la pobreza, sino la decisión política de corregir las desigualdades en los resultados por medio de la acción del Estado” (Cociña, 2013) para esto se requiere un Estado fuerte del que hablaba Simón Bolívar en la Carta de Jamaica que subordinado al Pueblo como lo establece el artículo 5 de la CRBV construya nuevas oportunidades donde todas y todos, según sus fortalezas, sean corresponsables y comprometidos con el desarrollo de la Patria y el buen vivir del colectivo.

·         Palley (2005) sostiene: “…el mercado asegura que a los factores de producción se les pague lo que valen, anulando de ese modo la necesidad de las instituciones de seguridad social y de los sindicatos. En efecto, las instituciones de seguridad social pueden abatir el bienestar social y ocasionar desempleo por interferir con los procesos del mercado”. Más adelante expone: “En cuanto a la distribución del ingreso, la política neoliberal ha buscado consistentemente promover la causa de la desregulación del mercado de trabajo. Esto ha tomado la forma de permitir que el valor real del salario mínimo disminuya, minando los sindicatos y creando, generalmente, un clima de inseguridad del empleo en el mercado laboral. En esto, la política neoliberal ha sido leal a su teoría, la cual sostiene que la protección al empleo y la rigidez del salario no son necesarias”. El artículo 91 de la CRBV garantiza un salario mínimo vital que será ajustado cada año, corresponde al Estado esta función. El artículo 92 las prestaciones sociales y el 86 a la seguridad social de toda persona, a los ancianos y ancianas… El decreto de inamovilidad laboral es potestad del Presidente o Presidenta de la República y está regido por la Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y Trabajadoras (LOTTT) en su artículo 422.

     En estos tiempos de cambios paradigmáticos no puede ni debe elegirse a una persona por su apariencia, ascendencia, prestigio… Es importante el modelo en el cual fundamentará la gestión; el reconocimiento que haga a los orígenes de la nación, ideales, creencias, costumbres, tradiciones… porque eso nos identifica como pueblo. Además, la coherencia entre lo establecido en la Constitución y los planes de desarrollo; esta vinculación clarifica las metas; lo que se pretende lograr en el tiempo con la concordancia de las acciones colectivas. Teoría, práctica y quehacer colectivo unidos en una verdadera praxis, donde el Pueblo tiene la palabra, la reflexión, el hacer; en fin, el poder transformador.

REFERENCIAS

Bolívar, S. (2005). Carta de Jamaica. Colección Bolivariana. Caracas: Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información.

Cociña, M. (2013). Cinco argumentos contra la Meritocracia. Disponible en  http://ciperchile.cl/2013/06/07/cinco-argumentos-contra-la-meritocracia/ [Consulta: 2013, agosto 14].

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (1999). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 5453 (Extraordinario) Marzo, 24 del 2000.  Caracas. Talleres de producción la piedra.

Chávez, A. (2010). Fortaleciendo la práctica revolucionaria. Disponible en http://www.aporrea.org/ideologia/a95603.html  [Consulta: 2013, agosto 12].

De Benoist, A. (s/f). Democracia representativa y democracia participativa. Disponible en http://www.alaindebenoist.com/pdf/democracia_representativa_democracia_participativa.pdf   [Consulta: 2013, agosto 12].

Hernández, D. (2009). La democracia participativa y protagónica. Revista Poliética. Año 2/N° 8. Disponible en http://www.polietica.com.ve/polietica8/democracia_participativa.pdf  [Consulta: 2013, agosto 12].

Palley, T. (2005). Del keynesianismo al neoliberalismo: paradigmas cambiantes en economía. Disponible en http://www.ejournal.unam.mx/ecu/ecunam4/ecunam0407.pdf  [Consulta: 2013, agosto 14].

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